Con los años, al igual que nosotros los humanos, nuestros perros senior van cambiando sus necesidades nutricionales en comparación a los adultos jóvenes.
Un ejemplo es que la tasa metabólica va disminuyendo, y junto con esto, la necesidad del aporte calórico. Algunos estudios señalan que un perro senior podría necesitar incluso un 20% menos de calorías que su “contraparte” adulta joven.
Este es sólo uno de los ejemplos que se deben tener en consideración al momento de pensar en una dieta para nuestros perros senior. Otro punto para tomar en cuenta es la propensión a la pérdida de masa muscular, lo que podemos cuidar con un mayor aporte proteico en nuestras dietas. También es ideal disminuir levemente el aporte de carbohidratos sin descuidar la fibra, con la intención de prevenir algunas enfermedades metabólicas. También se prefiere que el alimento tenga un menor aporte de sodio y fósforo para cuidar los riñones.
Recuerda que al igual que nosotros, los perros senior son propensos a desarrollar distintas enfermedades metabólicas. Por lo tanto, los chequeos veterinarios son de suma importancia en esta etapa de su vida, así mismo conversar con él acerca de la mejor dieta posible.